Una vez pasado ya el Blue Monday y con febrero ya avanzado, ha llegado el momento de hacer balance. La covid-19 tomo el control de 2020, de nuestras vidas en general, con muy poco descanso. Las empresas nos encerramos como método de protección y supervivencia y tuvimos que pedir la colaboración de los trabajadores en algo que habíamos hecho poco o nada: #quédateencasa. Mientras, los desafíos parecen continuar en 2021, casi ha empezado peor que el 2020 y los dueños de no pocos negocios (que además son nuestros clientes) se enfrentan a un año que estará dominado por la, ya categorizada, fatiga pandémica y la baja moral de los empleados. El Blue Monday que nombrábamos al principio, pasa ciertamente desapercibido, porque casi todos los lunes ahora son Blue.
Las empresas necesitamos asegurarnos de que se están atendiendo las necesidades emocionales, financieras y de motivación de sus trabajadores. ¿Cómo pueden los equipos de Personas, como facilitadores dentro de las organizaciones, crear una nueva fórmula que les ayude a sentirse mejor en esta primera parte del año? Necesitamos inspirar un mensaje de resiliencia, optimismo y de mirar hacia adelante como única escapatoria de esta crisis, primero sanitaria y ahora económica y social: #saldremosadelante.
Atención personalizada
La responsabilidad de crear una experiencia productiva y feliz para los empleados no debe recaer únicamente en los hombros de RRHH, pero sí necesitan jugar un papel protagonista. Su tarea es preguntar a los trabajadores de manera proactiva, escucharlos activamente, ayudar a controlar sus sentimientos y poner en marcha iniciativas para asegurar las mejores experiencias posibles en el lugar de trabajo, manteniendo la productividad y el rendimiento. ¡Como si se tratara de una tarea fácil, sobre todo en este entorno virtual en el que estamos inmersos!
Cada trabajador tiene sus propias necesidades, prioridades y objetivos personales. Un enfoque amplio -donde todos reciben la misma línea de base de atención- simplemente no será suficiente. Una talla única definitivamente no sirve para todos, y cuando la insatisfacción en el lugar de trabajo sale a la superficie, el mejor talento puede perderse. En las empresas que cuentan con los recursos para atender personalmente a cada empleado, los equipos de Personas necesitan conseguir una comprensión sin precedentes de todos, así como entablar una relación estrecha con la dirección de la empresa, que es necesario se implique hasta la médula. Sin el apoyo de la Dirección, no funcionará nada.
Ahora más que nunca, esa comprensión también tiene que ser en tiempo real, ya que las necesidades de los empleados cambian casi cada día. Los equipos de Personas deben ser particularmente sensibles a factores como la salud mental y las posibles preocupaciones económicas o la incertidumbre por su futuro. En resumen, gestión de la salud mental y uso masivo de la comunicación interna, se convierten en las prioridades fundamentales en estos momentos.
Los datos están en el corazón de la solución
Sin embargo, para alcanzar este nivel de conocimiento de los empleados en tiempo real, se requeriría de un acceso fácil a ciertos datos de la empresa. Un profesional de Personas (y también los mandos de toda la organización) debe tener acceso a los datos de contacto de emergencia de un empleado, a la valoración más reciente para entender su situación profesional, el contenido del feedback que le ha dado su manager en la última evaluación de rendimiento, cuál ha sido el comportamiento que ha identificado como predominante el último mes, etc… Esto puede ser un reto cuando esa información se encuentra almacenada en diferentes partes de la empresa, por lo que es importante que se pueda acceder desde un único entorno, con una sola herramienta.
Además de disponer del acceso correspondiente a dichos datos, necesitamos funcionalidades para procesarlos y comprenderlos rápidamente. Esta necesidad puede ocurrir en cualquier momento del día, y a través de cualquier dispositivo, y esto se ha ampliado por la naturaleza flexible del trabajo a distancia. Hay demasiada información para que cualquier persona la procese de forma manual, por lo que se necesitan herramientas que nos ayuden a analizar rápidamente grandes cantidades de datos.
En Sage disponemos de Sage People, como fuente de la verdad, donde podemos acceder rápidamente a toda esta información.
¿Y si nos ayuda la Inteligencia Artificial?
Uno de los aspectos más insidiosos del estrés o la depresión es que sus víctimas a menudo sufren en silencio y ahora más que estamos aislados en casa. Con el trabajo remoto constante, las personas se pueden encontrar rápidamente en una pendiente resbaladiza hacia la baja satisfacción laboral y la escasa productividad. Por ello, RR HH como facilitadores, pero todos los managers en general, tienen que dar el primer paso, asegurándose de que los empleados sepan que cuentan con un apoyo en cualquier momento del día. Solo se puede lograr un enfoque proactivo si la organización es consciente en todo momento de las preocupaciones que acechan a los empleados.
Y aquí se nos ocurre que la Inteligencia Artificial (IA) podrá ayudarnos en esta labor. Esta conciencia solo pueden proporcionarla los datos y el verdadero desafío se encuentra en saber diferenciar qué empleados están luchando más que otros y necesitan esa atención adicional, sin estar con ellos. Esto requiere un nivel y velocidad de análisis de datos que muchos equipos de RR HH, y en general las organizaciones, no pueden alcanzar por sí solos. Afortunadamente, la IA y las herramientas de aprendizaje automático pueden echar una mano.
El poder de la IA reside en la detección de tendencias y patrones que son imperceptibles para los humanos en las masas de datos. A través de análisis avanzados, las herramientas de IA pueden ofrecer predicciones y recomendaciones. Esto proporciona mejores indicadores que ayudan a los responsables a prevenir proactivamente -en lugar de reactivamente- cualquier problema de negocio, y por qué no, de los empleados. Por ejemplo, podríamos identificar cuando un miembro del equipo está sobrecargado de trabajo, por la acumulación de datos de conexión, acceso a recursos de la compañía, etc… Armados con esta información, podremos intervenir para asegurarnos de que el empleado tiene disponible el apoyo necesario.
Al implementar la IA, se me ocurre que los equipos de Personas pueden lograr un análisis preciso de sentimientos y comportamientos. Analizando una serie de factores, desde el tono de su voz hasta la hora de empezar a trabajar por la mañana, una empresa puede saber cuándo un empleado está luchando bajo presión…
Sin embargo, el elemento humano es clave. La máquina detecta el problema, pero somos las personas las que tenemos la capacidad de resolverlo con empatía. Estaba en un sueño de ciencia ficción y me he despertado… La tecnología puede sustituir a la tecnología en si misma, pero la gestión de emociones solo la pueden realizar las personas.
La salud mental de nuestra gente, lo primero
Las personas son el activo más preciado de cualquier empresa. Hacer un esfuerzo extra para asegurar que estén saludables y felices en el trabajo aumenta la resiliencia y resistencia, la productividad y la retención de talento. De hecho, según estudios sobre clima laboral, un aumento del 5% en el compromiso de los empleados lleva a un aumento del 3% en el crecimiento de los beneficios. Los sistemas que combinen la integración en la nube y el análisis de información ayudarán a los equipos de Personas a obtener una visión precisa y en tiempo real de la experiencia de cada empleado, pero para poder ayudarles, primero necesitan entenderles, y esto solo lo se puede hacer de ser humano a ser humano.
Artículo escrito por Susana Hidalgo, People Director en Sage Iberia.